lunes, 29 de junio de 2009

DIOS ESPERÁNDOLO ESTÁ



Ronronea en las cobijas de seda,
se alimenta de agua cristalina,
está dando sus últimos suspiros,
abre sus ojos y mira.
Los vuelve a cerrar.
El beso cálido
de un niño muy querido
lo hace llorar,
alrededor de su cama
siete claveles han acariciado
sus blancas canas
y el roble llora.
Se inclina y reza
y una niña dice
"durmiendo está".
Y hay un corazón que
ha vivido en ese caserón,
sumisa al dolor,
esperanzada de que pronto
lo reciba DIOS.